Jodida meretriz que cautiva
inocentes víctimas, para luego,
despacio, inocular su veneno
compuesto de palabras y saliva.
Cual gilipollas caí yo, mas ahora
que el veneno me deja moverme
a golpes me zafo, y con suerte
me libre de esta cárcel a solas.
Mujer de ingle inquieta, pareciendo
inocente consigues lo que quieres.
Incluso mira, aquí estoy escribiendo
algo en tu honor como ha tiempo me dijeres.
Y de estas palabras, créeme, no me arrepiento.
Este soneto es por ti, para ti, aquí tienes.
Tengo que decir que me siento especialmente orgulloso de esta... porque es mi primer soneto.